Libertad, vida, eterna agonia

Todos nos hemos preguntado el por qué de algunas cosas, pero en las relaciones de las personas dudo que siempre exista ese por qué, a veces las cosas pasan simplemente, una mirada puede ser la respuesta quizás, pero en realidad no tengo muy claro cual es la razón de buscar un sentido en las cosas, cuando la vida misma no lo tiene.
Creo simplemente que vivimos para morir, eso es lo único claro tengo, que la muerte es lo único que espera después de cada paso que doy. El pasar del tiempo, es muestra de cómo nos consumen los por qué, y nos dejan cada vez indefensos ante la muerte, cada vez más solos, ante el silencio del sueño eterno, quizás sea, la muerta la única y verdadera libertad que todos esperamos, pero no lo sabre jamás, ya que, cuando muera, no lo podré contar.
Viviré para esperar mi libertad, quizás mis miedos no me permitan apresurar el paso a ella, pero, si es que sigo con vida es para, asemejar lo más posible que pueda mi vida a ese concepto. Soy libre al decir un te quiero, aunque ello me conlleve a ataduras, unas ataduras que me priven quizás de libertad, pero talvez sea realmente libre con cadenas que me atan a aquella mirada, libre en el espacio de un segundo, mientras dura un beso, mientras la fusión de los cuerpos dura.
La vida es una eterna agonia, que trata de buscar la libertad...